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domingo, diciembre 7, 2025
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Laboratorio de Nanociencias y Nanotecnología de la UANL: 20 años de liderazgo

El 02 de diciembre de 2005, se inaugura el Laboratorio de Nanociencias y Nanotecnología de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM)de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), un espacio donde los investigadores realizan estudios dirigidos a la producción y análisis de nanoestructuras, cuyas características físicas, químicas y mecánicas puedan ser aprovechadas en muy diversas áreas.

El Rector José Antonio González Treviño explicó que la inversión de este laboratorio fue de 10 millones de pesos, recursos que se obtuvieron a través del Gobierno del estado, vía el Consejo de Ciencia y Tecnología dirigido por el Dr. Luis E. Todd, el entonces CONACYT (hoy SECIHTI), y la misma UANL.

A 20 años de su fundación, el Laboratorio de Nanociencias de la FCFM-UANL se ha consolidado como un referente nacional en el estudio, síntesis y aplicación de nanoestructuras, impulsando investigación de frontera, formación de talento especializado y proyectos con impacto industrial.

Desde su origen, marcado por colaboraciones internacionales y tecnología única en Latinoamérica, el laboratorio ha articulado líneas de investigación que hoy abarcan energía, salud, seguridad documental y materiales avanzados.

Su vínculo con empresas como Vitro y Nacional de Zinc ha permitido transferir conocimiento a la industria, mientras que sus investigadores continúan expandiendo aplicaciones en campos como recubrimientos funcionales, puntos cuánticos y materiales para uso espacial.

A dos décadas de su fundación, el Laboratorio de Nanociencias de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (FCFM) de la UANL se ha consolidado como uno de los espacios pioneros y más influyentes en la investigación de nanoestructuras en México.

El Dr. Sergio Javier Mejía Rosales, académico fundador y profesor-investigador de la dependencia, recordó que el proyecto nació en 2005 con el objetivo de desarrollar ciencia de frontera en un campo que apenas comenzaba a posicionarse en el país.

La historia del laboratorio se remonta a 2003, cuando el Dr. Eduardo Pérez Tijerina inicia una colaboración científica con el reconocido investigador mexicano Miguel José Yacamán, entonces adscrito a la Universidad de Texas en Austin.

Ese vínculo permitió a la FCFM acceder a conocimiento de vanguardia y a equipo especializado que, con apoyo de la UANL y del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, convirtió al laboratorio en un referente regional.

Entre esos instrumentos destacó un sistema único en Latinoamérica para sintetizar nanopartículas con alta precisión en tamaño y forma.

Los primeros resultados no tardaron en llegar. Entre 2005 y 2007, los trabajos derivados de esta colaboración fueron presentados en Faraday Discussions en el Reino Unido, una de las reuniones más prestigiosas en ciencia de materiales. Esa visibilidad internacional confirmó que desde Nuevo León se estaba impulsando investigación de alto impacto en un campo hasta entonces poco desarrollado en la región.

En aquel contexto, explica el Dr. Sergio Mejía Rosales, el área de nanociencia en Nuevo León era incipiente y los esfuerzos estaban dispersos.

La creación del laboratorio permitió articular líneas de investigación, generar sinergias internas y servir de modelo para iniciativas posteriores en otras facultades e incluso en nuevos centros universitarios dedicados a nanotecnología.

Crucial para la formación de recursos humanos

Aunque el laboratorio vivió etapas en distintos espacios —incluyendo una estancia temporal en el CIIDIT—, hoy opera dentro del edificio del Centro de Investigación en Ciencias Físico Matemáticas (CICFIM), donde continúa creciendo. Actualmente, alrededor de seis investigadores trabajan de manera directa en el espacio, además de estudiantes de licenciatura y posgrado, así como colaboradores externos.

Las líneas de estudio abarcan desde la síntesis de nanoestructuras hasta aplicaciones prácticas en seguridad documental, generación de energía, agentes antivirales y bactericidas, entre otras áreas con impacto industrial.

Para el Dr. Mejía Rosales, el mayor logro de estos 20 años no solo está en los avances científicos, sino en la formación de recursos humanos altamente especializados.

Dr. Sergio Javiera Mejía Rosales, profesor investigador de la FCFM-UANL.

Es difícil subestimar la relevancia del trabajo del laboratorio. Muchas generaciones de estudiantes comenzaron aquí su camino científico y hoy desarrollan carreras independientes en el campo de la nanociencia.

Dr. Sergio Mejía.

A dos décadas de su creación, el Laboratorio de Nanociencias de la FCFM-UANL se mantiene como un motor de innovación, formación y colaboración internacional, reafirmando su papel como uno de los proyectos más sólidos y visionarios en la historia reciente de la ciencia en Nuevo León.

Refuerza su vínculo con la industria

El Dr. Francisco José Solís Pomar, investigador Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNII) y profesor en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la UANL, destacó el papel fundamental que ha tenido el Laboratorio de Nanociencias y Nanotecnología en la colaboración con el sector productivo a lo largo de sus dos décadas de operación.

Vinculado al laboratorio desde 2007, primero como estudiante de posgrado y luego como académico, el Dr. Solís ha sido testigo del crecimiento y consolidación de esta área científica en proyectos con impacto industrial y social.

Entre las alianzas más relevantes se encuentra la que se desarrolló con la empresa Vitro, donde el equipo universitario participó en el desarrollo de recubrimientos avanzados para vidrio, conocidos como películas de baja emisividad térmica.

Dr. Francisco José Solís Pomar, profesor investigador del Laboratorio de Nanociencias y Nanotecnología FCFM-UANL.

Estas películas, diseñadas inicialmente para uso automotriz, permiten bloquear la radiación infrarroja sin reducir la transparencia del vidrio, lo que representa un importante ahorro energético tanto en vehículos como en edificaciones. El proceso requirió el diseño de películas multicapa y el ajuste preciso del espesor de materiales como la plata para cumplir con la normatividad automotriz.

El investigador explicó que esta colaboración surgió mientras realizaba su doctorado, y posteriormente derivó en un proyecto que incluso sirvió como tesis de posgrado para un estudiante. A lo largo del trabajo realizado con Vitro, el laboratorio diseñó recubrimientos funcionales que la empresa pudo escalar a sus procesos industriales, demostrando la relevancia de la ciencia aplicada desarrollada en la universidad.

Además de Vitro, el laboratorio ha trabajado con Nacional de Zinc, empresa con la que desarrollaron procesos para recuperar óxido de zinc mediante el uso de microondas, e incluso exploraron materiales capaces de encapsular plomo para mitigar riesgos ambientales.

También se han sostenido colaboraciones con empresas como Formas Inteligentes, aunque no todos los proyectos industriales avanzan hasta su implementación.

El Dr. Solís Pomar subraya que la importancia de estas colaboraciones no se limita a solucionar la problemática inicial planteada por la industria.

En la nube de ideas que surge durante la investigación aparecen nuevas posibilidades que pueden derivar en proyectos de impacto social. A veces una empresa no continúa, pero el conocimiento generado abre oportunidades en áreas como energía, salud o medio ambiente.

Dr. Francisco Solís

En ese sentido, la formación de estudiantes de posgrado es un eje central del laboratorio, ya que muchos de los proyectos industriales se convierten en temas de tesis que preparan a los jóvenes investigadores para enfrentar desafíos reales.

Actualmente, el Dr. Solís desarrolla dos líneas principales de investigación: películas delgadas irradiadas, cuyos cambios en propiedades podrían ser relevantes para aplicaciones espaciales y materiales avanzados; y puntos cuánticos con aplicaciones biológicas, en colaboración con instituciones de Cuba, España y dependencias de la UANL como Biología, Química y FIME.

Estos materiales buscan funcionar como biomarcadores, transportadores dirigidos de fármacos o herramientas para la detección temprana de enfermedades como el cáncer.

La ciencia hoy es completamente multidisciplinaria. Nosotros sabemos hacer los materiales; otras áreas saben cómo aplicarlos. Solo con colaboración se avanza.

Gracias a estas sinergias, el Laboratorio de Nanociencias y Nanotecnología continúa posicionándose como un referente en investigación aplicada, formación científica y vinculación con la industria a nivel nacional e internacional.

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