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domingo, noviembre 30, 2025
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Alerta ambiental: plaga amenaza agaves y cactáceas del altiplano potosino

Más allá de su impacto en la industria del mezcal, el avance del picudo del agave en el altiplano potosino ha encendido las alarmas por los riesgos ecológicos que representa para otras especies vegetales, en particular varias cactáceas endémicas en peligro de extinción.

Así lo advirtió el Dr. Heriberto Méndez Cortés, director de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), quien explicó que esta plaga, originaria de zonas agaveras, se ha convertido en un riesgo latente para ecosistemas frágiles donde habita una gran diversidad de flora nativa.

“El picudo del agave no solo está afectando los cultivos de Agave salmiana destinados a la producción de forraje y mezcal; también podría alterar irreversiblemente el equilibrio ecológico de zonas áridas, ya que hay cactáceas que comparten el mismo hábitat y están en peligro”, sostuvo el especialista en manejo de recursos naturales.

La situación ha llevado a implementar diversas estrategias de control y monitoreo, tanto a nivel agrícola como ambiental. Algunas prácticas tradicionales —como la quema del corazón del agave afectado o el uso de insecticidas y trampas cavadas en la tierra— resultan poco efectivas, especialmente porque el insecto se desarrolla en un sistema húmedo que le da ventaja frente a estas técnicas rudimentarias.

“La complejidad del picudo radica en su forma de reproducción: cava galerías en el interior del agave para depositar sus huevos, por lo que muchas veces su presencia no es visible hasta que la planta muestra daños irreversibles”, explicó Méndez Cortés.

Frente a ello, la tecnología agrícola ha comenzado a ofrecer alternativas más sostenibles. Una de ellas es el uso de feromonas sintéticas colocadas en trampas de campo, las cuales no solo permiten capturar al insecto sino también monitorear su población en las parcelas. Otra técnica innovadora es la aplicación de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana, que actúan al contacto con el picudo y ayudan a reducir su presencia de forma biológica.

Además del control directo, el académico destacó la importancia del seguimiento institucional.

 
“El cultivo de Agave salmiana se considera un producto forestal, no solo agrícola. Por eso, los productores deben apoyarse en instancias como la CONAFOR y la CONANP, que cuentan con personal capacitado para brindar asistencia en campo”, señaló.

Según datos del Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam), en 2023 México produjo más de 12 millones de litros de mezcal, más de la mitad para exportación. San Luis Potosí ocupa el quinto lugar nacional en producción con apenas el 0.88%, lo que hace aún más urgente proteger sus cultivos frente a esta amenaza.

“El mezcal es importante, sí, pero lo que está en juego también es la biodiversidad del altiplano. Necesitamos actuar con visión integral”, concluyó el Dr. Méndez Cortés.

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