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martes, octubre 14, 2025
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Investigación del Tec destaca en la Bienal de Venecia 2025

El proyecto Fostering Care Ecologies: Tech-Community driven living labs, desarrollado por investigadores de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD) del Tecnológico de Monterrey, ha sido seleccionado para participar en la 19ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, uno de los encuentros más prestigiosos del pensamiento arquitectónico a nivel mundial.

La muestra se celebrará del 10 de mayo al 23 de noviembre de 2025, bajo la curaduría del reconocido arquitecto Carlo Ratti.

Bajo el tema «Intelligens. Natural. Artificial. Collective», la edición 2025 de la Bienal busca explorar el papel de distintas formas de inteligencia —desde la artificial hasta la comunitaria— en la transformación del entorno construido.

Entre más de 750 postulaciones globales, el proyecto del Tec fue una de las 280 propuestas seleccionadas y la única iniciativa universitaria de América Latina presente en esta edición.

Lejos de ser una instalación estática, la propuesta mexicana es el resultado de una línea de investigación aplicada que fusiona diseño, ciencia y comunidad a través de “laboratorios vivos” ubicados en Jalisco, Querétaro y Chihuahua. Estos espacios funcionan como plataformas experimentales donde se ensayan modelos de regeneración territorial basados en saberes interdisciplinarios.

“Queremos mostrar cómo la arquitectura, desde el ámbito universitario, puede convertirse en una herramienta crítica para investigar nuevas formas de habitar frente a los desafíos climáticos y sociales. La Bienal nos ofrece la oportunidad de internacionalizar el papel de las universidades como generadoras de conocimiento con impacto”, explicó Alfredo Hidalgo, decano nacional interino de la EAAD y curador del proyecto.

Cada laboratorio parte de una hipótesis común: ¿cómo integrar inteligencias tecnológicas, ecológicas y sociales en soluciones arquitectónicas sostenibles? Para responder, los equipos han desarrollado estrategias de co-diseño con comunidades locales, integrando tecnologías digitales, métodos participativos, y evaluaciones de impacto ambiental y social.

En Chihuahua, bajo la dirección de Emanuele Giorgi, el laboratorio trabaja con comunidades vulnerables desarrollando tecnologías de acceso al agua, agricultura sostenible y turismo ecológico.

Entre sus logros destacan filtros para eliminar arsénico y flúor en Julimes, e invernaderos con riego solar y monitoreo con drones en Nuevas Delicias.

En la foto, el equipo de la EAAD. En el centro, Juan Pablo Murra, rector del Tec de Monterrey. Foto: Redes sociales.

En Jalisco, el C+LAB, liderado por María Elena de la Torre, actúa en la zona del Bosque La Primavera combinando estrategias de saneamiento, educación ambiental y ecoturismo regenerativo. Un caso emblemático es la restauración del río Las Tortugas, mediante soluciones basadas en la naturaleza.

En Querétaro, el NatRural Lab, encabezado por Carlos Cobreros, opera en la Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda, promoviendo turismo consciente, educación ambiental y aprovechamiento forestal responsable en comunidades como La Barranca y Tejamanil.

“Estamos investigando cómo interactúan distintas formas de inteligencia —colectiva, natural, artificial— para generar respuestas arquitectónicas relevantes. Nuestro enfoque une ciencia aplicada y participación comunitaria para desarrollar modelos replicables de diseño regenerativo”, afirmó Giorgi.

El proyecto emplea herramientas como diseño paramétrico, sensores ambientales, simulaciones y análisis de datos, integrando también la documentación de saberes locales. Esta combinación convierte a los living labs en verdaderos espacios de investigación en tiempo real.

“La arquitectura regenerativa es tanto un proceso científico como un compromiso ético. Nuestros laboratorios sistematizan aprendizajes comunitarios e incorporan tecnologías sostenibles para generar evidencia de sus beneficios sociales y ambientales”, sostuvo De la Torre.

Un ejemplo concreto es El Mirador, una estructura ecológica co-construida por estudiantes y brigadistas en el Bosque La Primavera, que permite apreciar el entorno natural desde una infraestructura diseñada con datos y conocimiento local.

Además de su participación en la exposición central de la Bienal, la EAAD contará con una muestra en el Centro Cultural Europeo y publicará un libro con los proyectos seleccionados en una convocatoria interna que recibió cerca de 90 propuestas estudiantiles, de las cuales 19 fueron elegidas.

“Se trata de llevar los hallazgos al territorio, reconociendo a los estudiantes como agentes de cambio y a las comunidades como fuentes legítimas de conocimiento. Buscamos crear redes donde converjan ciencia, tecnología y saber local”, expresó Juan Pablo Murra, rector de profesional y posgrado del Tec.

Para Cobreros, esta participación representa un hito: “La Bienal reúne trabajos que entienden la arquitectura no como forma, sino como relación: con el territorio, con el otro, con la vida misma”, señaló.

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