Con una reflexión provocadora —“¿Quién decide qué cuenta como ciencia y quiénes son reconocidos como científicos?”— comenzó la conferencia magistral de la 4ta Jornada Científica del Orgullo LGBTIQ+ 2025, celebrada los días 13 y 14 de mayo en el Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
El evento, que combina ciencia, diversidad y crítica social, busca visibilizar a personas de la comunidad LGBTIQ+ que trabajan en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
“El objetivo es dar visibilidad a las personas LGBTIQ+ que trabajan en las ciencias naturales y exactas. Empezamos enfocados en estas áreas, pero hoy también incluimos a profesionales de la ingeniería e incluso de la industria”, explicó el Dr. Gregorio Sánchez Balderas, cofundador de la jornada junto con la Dra. Fátima de los Santos en 2022.
Aunque actualmente reside en España como investigador invitado en la Universidad de Granada, el Dr. Sánchez Balderas mantiene un fuerte vínculo con su alma mater, la UASLP.
Lo que comenzó como una iniciativa completamente virtual ha evolucionado para incluir sesiones presenciales, sin dejar de lado el formato en línea.

“Queremos que participen personas que quizá no pueden venir a San Luis Potosí, pero que tienen mucho que aportar desde sus espacios de trabajo”, añadió.
Una de las participaciones más potentes fue la del Dr. Alfredo Barrales Martínez, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, quien presentó la conferencia magistral “La Ciencia como práctica de Resistencia”.
En su intervención, el académico propuso una mirada crítica sobre la neutralidad de la ciencia y denunció su uso histórico como herramienta de exclusión y control.
“La ciencia ha sido una forma de poder. Se usó para definir lo normal y lo que no lo es. La patologización de la homosexualidad, por ejemplo, persistió en los manuales diagnósticos hasta 1973”, señaló.
Además, cuestionó el desdén hacia el conocimiento indígena, muchas veces calificado como “no científico” pese a su profundo valor práctico y cultural. “Eso también es colonialismo epistémico”, afirmó.
A lo largo de la jornada, se ofrecieron ocho conferencias con enfoques diversos. Entre ellas, la Mtra. Zoila Fabiola Macías Durán habló sobre la transición energética con perspectiva de diversidad, mientras que la Dra. Elsie Mitchelle Ortega Ávila reivindicó el papel de las mujeres en la ciencia.
También se abordaron temas como la brecha multigénero en el mercado laboral, el confort arquitectónico, y el emprendimiento en startups científicas.
El cierre del evento fue una mesa de diálogo titulada “Retos como miembros de la comunidad LGBTIQ+ para progresar en áreas STEM”, donde especialistas como el Dr. Ignacio Lara Hernández, el Lic. Hugo Francisco Rodríguez Ortiz y el Lic. Miguel Waldo Izquierdo compartieron testimonios sobre discriminación, resiliencia y estrategias de inclusión.
Este evento no solo refuerza el vínculo entre ciencia y diversidad, sino que también lanza una invitación urgente: repensar la forma en que se construye y se valida el conocimiento. Como concluyó el Dr. Barrales: “Hacer ciencia también puede ser un acto de resistencia”.
