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viernes, octubre 10, 2025
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Fosilización al microscopio: secretos norteños del pasado

La Dra. Elizabeth Chacón Baca, investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), analiza cómo se forman los fósiles en México a nivel microscópico, enfrentando retos científicos, éticos y estructurales.

En un laboratorio del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, a cientos de kilómetros de su base en la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UANL, la Dra. Elizabeth Chacón observa con detalle muestras fósiles originarias del noreste de México. Su objetivo: entender, a escala microscópica, cómo los organismos se transforman en piedra a lo largo del tiempo.

«Con apoyo de Conahcyt estoy trabajando en procesos de fosilización. Me enfoco en fósiles de Nuevo León, pero mi proyecto abarca fósiles mexicanos en general», explica la investigadora, quien es integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Su estudio aborda una pregunta fundamental que aún no ha sido respondida del todo por la ciencia: ¿cómo ocurre la fosilización a nivel molecular?

«Sí se sabe mucho, pero no se sabe cómo una hoja puede sustituirse completamente por sílice y quedar preservada, o si un diente mantiene su química original, aunque mineralógicamente se vea igual», dice.

El proyecto arrancó formalmente en 2023, aunque la Dra. Chacón lleva al menos cinco años preparándolo; es una investigación que requiere de análisis avanzados que actualmente realiza en colaboración con laboratorios de la UNAM.

“Podría hacer los experimentos en Monterrey, pero aquí no tengo acceso rápido al equipo especializado. En cambio, en Ciudad de México ya saben a qué voy: a estar de lunes a viernes en el microscopio y regresar”, comenta.

Sin embargo, la colaboración tiene un costo: «Aunque la mayoría de las veces la conceptualización, diseño y escritura te realiza aquí (Nuevo León), allá se generan los datos pues tienen el equipo que los produce. Y claro, al final se suman los coautores”.

La Dra. Chacón subraya la necesidad de contar con equipo de alta tecnología en el norte del país, un microscopio electrónico que requiere una inversión aproximada de 5mdp.

Biofilmes microbianos preservados en calizas.Micrografia de microscopio electrónico de barrido SEM (Scanning Electronic Microscopy).

La investigación también enfrenta dilemas éticos. Algunas técnicas para conocer la composición de un fósil implican destruirlo parcialmente, lo cual genera resistencia en ciertos sectores.

“No todos los fósiles tienen el mismo valor. No es lo mismo una vértebra única que una conchita de las que hay miles y ya han sido ampliamente reportadas y conservadas para la ciencia. Pero hay opiniones muy puristas que dicen: un fósil es un fósil”, apunta.

Actualmente, su investigación se encuentra en la fase experimental.

«Hay resultados, pero no completamente maduros. Para decir algo sólido, tengo que someterlo a pruebas rigurosas y descartar factores como temperatura, presión, o composición del material», señala.

Pese a su enfoque fundamentalmente científico, Chacón Baca no descarta posibles aplicaciones en otros campos. “Nunca se sabe. Podría haber una transferencia horizontal de conocimiento, incluso hacia la medicina legal”, reflexiona.

Mientras tanto, continúa el análisis minucioso de las muestras y los experimentos de simulación, con la expectativa de aportar respuestas a una de las preguntas más fascinantes de la paleontología: cómo la materia orgánica del pasado logra resistir el paso del tiempo.

Por Esperanza Armendáriz Chávez / Periodista

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