El reactor WEST del Comisariado de Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA) en Francia ha logrado un hito en el campo de la fusión nuclear.
El pasado 12 de febrero, el reactor mantuvo un plasma durante más de 22 minutos (1.337 segundos), estableciendo un nuevo récord de duración para un tokamak y superando en un 25% la marca anterior lograda por el reactor EAST en China, que había alcanzado los 1.066 segundos (17 minutos) unas semanas antes. Además, el plasma en WEST alcanzó una temperatura de 50 millones de grados Celsius.
Este avance demuestra el progreso en la tecnología de confinamiento magnético, clave para la sostenibilidad de la fusión nuclear. La capacidad de mantener el plasma por periodos prolongados es fundamental para acercar la fusión a una producción de energía continua, confiable y comercialmente viable.
Para lograr esta hazaña, los científicos del consorcio EUROfusion aplicaron estrategias como el calentamiento del plasma a temperaturas entre 100 y 150 millones de grados Celsius, la inyección de 2MW de potencia térmica y el uso de bobinas superconductoras y componentes enfriados. Además, se implementaron medidas para minimizar la erosión y la contaminación de los materiales internos del reactor.
La fusión nuclear: la energía del futuro
La fusión nuclear es considerada el «Santo Grial» de la energía porque no genera residuos radiactivos de larga duración, a diferencia de la fisión nuclear.
Además, utiliza menos recursos, cuenta con un combustible prácticamente inagotable y podría suministrar energía limpia y estable sin emisiones de carbono.
Entre las distintas tecnologías de fusión, los tokamaks se perfilan como el método más avanzado y viable para alcanzar la producción comercial de energía mediante fusión.
Un paso más hacia la fusión comercial
El récord de WEST refuerza la viabilidad de los tokamaks y acerca la posibilidad de construir reactores comerciales de fusión. El control prolongado del plasma y la madurez tecnológica en su confinamiento allanan el camino hacia una energía de fusión estable y sostenible, con expectativas optimistas para futuros avances en ITER y otras iniciativas globales.
Investigación global en fusión nuclear
El desarrollo de la fusión nuclear es un esfuerzo global con proyectos en distintas partes del mundo. ITER, el reactor experimental que un consorcio internacional liderado por Europa está construyendo en Cadarache, Francia, es el mayor exponente de esta investigación.
En Alemania y Francia, también se exploran alternativas como los reactores de tipo Stellarator.
En el Reino Unido, el JET fue durante años el referente en generación de energía de fusión, pero cerró en 2023 tras aportar datos clave para el desarrollo de ITER. En Asia, Japón cuenta con el JT-60SA, un proyecto conjunto con Europa para optimizar la estabilidad del plasma.
En China, el reactor EAST ha logrado récords de temperatura y duración del plasma, mientras que KSTAR en Corea del Sur ha mantenido el plasma a temperaturas extremas durante periodos prolongados.
¿Qué es la fusión nuclear?
La fusión nuclear es un proceso que imita lo que ocurre en el interior de las estrellas. Consiste en unir dos núcleos de hidrógeno para formar helio, liberando una gran cantidad de energía sin generar residuos radiactivos peligrosos.
Para lograrlo, es necesario calentar el gas a más de 100 millones de grados Celsius hasta convertirlo en plasma, un estado de la materia donde los electrones y los núcleos están separados.
Como ninguna estructura puede soportar temperaturas tan altas, el plasma se mantiene controlado mediante potentes campos magnéticos. Esta tecnología ha sido estudiada durante décadas porque podría convertirse en una fuente de energía limpia e inagotable.